Mi forma de trabajar se nutre de varias metodologías y filosofías. No me gusta adoptar posturas únicas ni creo en métodos más efectivos que otros, sino que apoyo la idea de que mezclar todo lo que alguna vez ha funcionado, es sumar conocimientos y mejorar tu propio “sistema de trabajo”.

 

Así, me encuentro utilizando a la vez: materiales Montessori adaptados (y a veces fabricados) al trabajo del aula de PT, técnicas de aprendizaje cooperativo, uso de las TICs (como juegos de ordenador), juegos tradicionales y de mesa, adaptados a situaciones de aula, dinámicas de grupo procedentes de la disciplina positiva, mindfulnes o, pequeñas meditaciones adecuadas a niños, gamificación y seguramente otras tantas cosas más, a las que nadie ha puesto nombre aún (afortunadamente, pues ya cuesta aprenderse tantas siglas).

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Mi trabajo como PT se debe enteramente a l@s alumn@s, que cada año pueden ser diferentes y cuyo único denominador común será una necesidad vital de que sus maestros les hagan aprender de la manera que pueden hacerlo, no de una forma impuesta, externa a sus necesidades e intereses, descontextualizada de su mundo; el que les motiva y es real para ell@s.

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Cuando entendí esto, comencé a volver a mi infancia, a preguntarles mirándoles a los ojos: ¿qué os gustaría saber? ¿Qué actividades os entretienen?, incluso ¿qué veis en la televisión? Cada día los niños y niñas te sorprenden y te enseñan algo nuevo, solo hay que escucharles efectivamente y anotar todo aquello que les gusta para utilizarlo en su camino de aprendizaje.

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